Cómo leer un discurso. Técnicas de voz para leer en público

Cómo leer un discurso. Técnicas de voz para leer en público

Técnicas de voz para leer un discurso. Cómo leer un discurso en público

Algunas de las técnicas de voz para leer un discurso en público, pasan por la determinación en la voz y la seguridad en uno mismo. Muchos de los mejores discursos de la historia no han sido leídos -solamente- por políticos, también protagonizaron grandes discursos personas que permanecieron anónimas hasta esa puesta de largo social.

La lectura de un discurso debe de ser perfecta y preparada, recurriendo a la naturalidad, una buena dicción y un tono de voz apropiado al público al que el discurso vaya dirigido.



Un buen discurso debe generar excitación y motivación, así que con en ese objetivo la voz debe ser bien modulada y proyectada. y para ello es fundamental la entonación. Dependiendo del tipo de discurso que se vaya a leer, y buscando la confianza y aceptación de quienes lo reciban, el discurso tiene que ser claro y conciso.

La estructura del discurso, su narrativa, y lo cercano que resulte; dotará al discurso del entendimiento que se pretenda conseguir.



Preparar la voz para leer un discurso cautivador

La técnica vocal para desarrollar un discurso que cautive, que llegue a la audiencia, que cale hondo, se basa en la virtuosidad de la voz, un buen timbre de voz basado en la tesitura real de voz y conjugando la gama tonal y modulación, desde el prisma del perfecto control de voz y volumen.

La habilidad de leer en público y que no se pierda el hilo del mensaje es fundamental, como lo es la redacción del propio discurso. De nada servirá un gran orador con un discurso pobre y mal estructurado.

Calentando la voz antes de empezar

Es fundamental calentar la voz perfectamente antes de abordar el discurso. El recurso vocal debe «engrasarse» para practicar las modulaciones, variaciones de timbre, juego de tonos vocales y ensayo de las partes del discurso más difíciles con el objetivo de que el resultado final suene perfecto.

Consejos para leer un buen discurso

  • Ensayar la lectura del discurso tantas veces como sea necesario.
  • Leer el discurso de pie.
  • Respirar con el diafragma para toda tu capacidad de lectura del texto.
  • Vocalizar bien, calentando la musculatura facial.

Una vez que conocemos el texto, hemos practicado lo suficiente y realizado los ejercicios con vocabulario afín, toca desarrollar una lectura espontánea.



Trucos de voz para el discurso

Desde Vozalia nos ponemos a tu disposición para ayudarte a preparar tu voz para el discurso que debas desarrollar y que suene perfecto. Trabajamos estrechamente para que identifiques todo lo que puedes hacer con tu voz, y establecer la técnica vocal idónea para la exposición pública del discurso.

  • Tesitura y resonancia de voz
  • Tono de voz y modulación
  • Respiración diafragmática profesional
  • Proyección de la voz
  • Músculos y articulaciones para desarrollar voz
  • Técnica vocal profesional
  • Pronunciación correcta
  • Conseguir la dicción necesaria
  • Lograr un perfecto nivel interpretativo
  • Utilizar la gestualidad vocal en el discurso
  • Descubrir la mejor impostación de voz para discurso

Tu puesta en escena para el discurso

La puesta en escena para sacar adelante el discurso, con garantías de éxito, pasa también por la potenciación de la interpretación corporal. Así que para establecer un buen contacto con el público, debes conectar visualmente con distintos puntos del auditorio -de izquierda a derecha-. El lenguaje paraverbal es muy importante, por lo que el ensayo frente al espejo es primordial. La propia identificación con el público es otro de los puntos importantes, utiliza anécdotas que permitan cercanía con quienes te escuchan.

La claridad del discurso es fundamental, así que pon en práctica la anáfora que evitará el discurso repetitivo.

La anáfora se basa en la gramática y la retórica, utilizando adverbios, pronombres y verbos que se pueden denominar como anáfora y que evitan la repetición de palabras y otorgan al discurso una mayor potencia expresiva.

Algunos ejemplos pueden suponer un buen recurso a tener en cuenta.

Al grito de ¡el fascismo no pasará, no pasarán los verdugos de octubre!… los obreros y campesinos de distintas provincias de España se incorporan a la lucha contra los enemigos de la República alzados en armas. Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de terror y de muerte.

Pero ¡NO PASARÁN!

El 19 de julio de 1936, la diputada del PCE Dolores Ibárruri clama -en una multitudinaria convocatoria a los ciudadanos- su «No pasarán» con objeto de frenar a «la sublevación militar fascista».

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